Apoyé la cabeza contra el frio cristal de mi ventana, las gotas de lluvia creaban un suave ritmo estallando en el techo. Y cerré los ojos, imaginando que por un momento te asomabas a tu ventana, justo delante de la mia.
Cree en mi mente la perfecta escena, una que se repetía cada noche antes de dormir, cuando echaba el ultimo vistazo a tu ventana.
Allí estaba yo, sentada en mi cama con un cuaderno sobre mis piernas. Y tú. Se me escapó un suspiro al ver lo guapo que te veías en pijama, la imagen era como un cuadro enmarcado con tu ventana. Y tu eras el bello objetivo principal.
Te sentaste y me miraste, pude jurar que habías penetrado hasta el fondo de mi alma. También llevabas un cuaderno entre tus brazos. Cogí un boligrafo de alguna parte y escribí a toda prisa aquellas simples palabras que encerraban hasta mi mas profundo pensamiento.
Firmé aquel simple papel, sin mirarte, y lo alcé dejandolo a tu vista. Con un millón de mariposas en mi estomago al fin me arme del valor suficiente para alzar la mirada hacia tu ventana. Y allí estaba, la prueba de que todo era un sueño, una simple jugarreta de mi imaginación.
Tu cuaderno señalaba hacia mi persona y exactamente igual que el mio en él se rezaban las palabras Te quiero. Tu cabeza se escondía detrás de aquel simple objeto decorado con amor.
No se donde fue a parar mi cuaderno, no se hacia donde volaste tú. Pero en un giro vertiginoso y con gracia volví a este mundo lejos de mi hermoso sueño, sentada en el marco de mi ventana y con un cuaderno en blanco frente a mi. Y como siempre que soñaba con esta escena, corrí buscando un bolígrafo y repetí la accion que realice en mi sueño, aun sabiendo que tu ventana estaba cerrada y que tu no te encontrabas en aquella habitación.
Mi respiración se cortó y tuve que pellizcarme durante un segundo. Ahí estabas tú, sujetando un cuaderno entre tus brazos.
Me han gustado estas últimas fotos, y también tu blog. Te sigo con la intención de conocerte un poquito más ^.^
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