Me quite el anillo del cuello y lo tiré.
Me estaba ahogando entre los mares de aquel desierto en el que, poco a poco, se fue convirtiendo tu boca. Necesitaba salir a flote y colgarme entre tus dedos como si fueran lianas salvavidas.
Y esperar que me agarraras fuerte, como aquella noche de aquel día en el que nos prometimos seguir las mismas estrellas para encontrarnos en el mismo horizonte.
O que me dejaras caer, resbaladiza, hacia el olvido.
prosa que es un poema... quizás ya no compartido
ResponderEliminarun saludo,
Por que todos tenemos una historia como esa?
ResponderEliminarpor que prometer si no te vas a quedar?
Muchas gracias por dejarme descubrirte
ResponderEliminardesde ya te sigo, y sin duda te seguiré leyendo
un besito
www.humanfilters.blogspot.com
Vaya bonito lo que has escrito. Lo he leído dos veces. Sin palabras.
ResponderEliminarMi admiración y un beso enorme.
Tu manera de escribir es hermosa y nunca me deja decepcionada.
ResponderEliminarComo siempre es un placer leerte, chica
Un fuerte abrazo.
Un blog genial, soy una nueva fan!
ResponderEliminarPreciosas palabras, un beso enorme, la niña perdida
Quitando las faltas... giro inesperado, no hay nada como cerrar fuerte y poner el punto final con tanta rabia como para romper la tecla. "Claro de luna" de mis favoritas para tocar y escuchar. Chapó por tus fotografías y tu intuición artística. Total, que me quedo, si me concedes el placer.
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